Desde muy antiguo los viejos maestros se fabricaban sus propios materiales en el taller, la paleta era uno de estos materiales que necesitaban un acondicionamiento para su uso artístico.
La elección de la madera
Todo comenzaba con la elección de la madera, ésta era generalmente de nogal, un tablero de poco grueso. El acondicionamiento de la superficie comenzaba con el lijado suave, éste se hacía siguiendo el sentido de las vetas de la madera con la finalidad de no levantar o dañar las fibras. Posteriormente se retiraban las partículas de polvo de madera dejadas por la lija y se pasaba a la impermeabilización.
La elección de la madera
Todo comenzaba con la elección de la madera, ésta era generalmente de nogal, un tablero de poco grueso. El acondicionamiento de la superficie comenzaba con el lijado suave, éste se hacía siguiendo el sentido de las vetas de la madera con la finalidad de no levantar o dañar las fibras. Posteriormente se retiraban las partículas de polvo de madera dejadas por la lija y se pasaba a la impermeabilización.
El pintor Francisco de Goya. 1826. pintado por Vicente López. Museo del Prado. |
El acondicionamiento
Se hacía una mezcla de aceite de lino tipo Stand oil y alcohol en proporción 1:2, con este preparado se frotaba la madera, esto endurece la fibra. Esta operación se realizaba 2 ó 3 veces, dejando secar entre ellas.
Después se preparaba una segunda disolución de esencia de trementina y aceite de linaza (crudo o rectificado) en proporción 1:1. Se aplicaban dos manos, dejando secar entre ellas.
Por último, se aplicaban dos manos de aceite de linaza solo, dejando secar entre ellas y esperando el total secado de todo antes de usar la paleta.
Todos estos pasos preparaban la paleta dejándola bella y suave al tacto. Los colores quedan en superficie sin penetrar en la madera y perfectamente sujetos, pudiéndose limpiar y retirar los colores sobrantes después de cada uso. La pátina de la paleta vendría con el uso continuado de la misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario